23 de agosto de 2013

Capítulo 2 ~Un día en ningún sitio

Bajaron del coche y el mayordomo, un señor de unos 40 años vestido en uniforme blanco y negro, se acercó rápidamente a darles la bienvenida y a coger el equipaje de la joven Eli.

-Buenas tardes jovencita Eli, por favor permite que la acompañe hasta sus aposentos.

-Claro, muchas gracias- respondió esta.

Mientras se dejaba guiar por Jorge, el mayordomo, iba contemplando el paraje que había alrededor de la mansión de la tía Nadia. Entraron por la puerta principal y subieron unas escaleras con forma de caracol, y luego torcieron hacia la derecha y en la segunda habitación del pasillo fue donde se instaló.
Eli se fijó en todo lo que la rodeaba, la pared era de un tono crema que iba muy bien con los muebles de madera. La cama era de matrimonio, y tenía un colchón de agua ¡le encantaba la cama! Lo primero que hizo tras deshacer la maleta fue montarse encima de la cama y ponerse a saltar.

De repente, se escuchó un leve golpe en la puerta.

-¿Quién es?

-Soy tu tía Nadia

-Adelante tita-respondió mientras colocaba las sábanas bien y se sentaba
.
-Me pregunto, si estás tan cansada como para rechazar una cena en casa de los vecinos.

-¿En casa de los vecinos?

-Sí, acaba de llamarme Lydia, y como le comenté que mi sobrina vendría a pasar el verano, nos ha invitado muy amablemente a cenar allí. ¿Te apetece ir?

La verdad es que Eli no tenía ningunas ganas de ir, pero sabía que tarde o temprano tendría que enfrentarse  a conocer a sus vecinos temporales, así pues, le echó valor y decidió acceder a lo que su tía le había propuesto.

-Claro tita, será genial conocer a Lydia y a su familia. ¿Cómo hay que ir vestida?

-Pues como quieras chiquilla, aquí no debes preocuparte de cómo ir vestida. Tú ve cómoda y no te preocupes por tu aspecto físico… aunque a decir verdad podrías ligarte a su hijo, es muy mono y creo que es de tu edad.

-Pero tita, ¿qué dices? No me voy a ligar a nadie, y menos a alguien que no conozco.

-Bueno, lo que tu digas Eli. En 2 horas salimos. – dicho esto, cerró la puerta y dejó  a Eli pensativa en la cama. ¿Por qué su tía le habría dicho lo de ligarse al hijo de Lydia? ¿Tendría cara de necesitar un novio o algo? Eso le hizo pensar en Demetrio, o De como ella le llamaba… De era el único chico que ella había amado, el único con quien le hubiese encantado tener una historia de amor, con quien compartir besos, y acaricias… y quizá si hubieran durado lo suficiente hubiesen compartido algo más… pero al final todo quedó en nada, él se mudó y pese a que le prometió que seguirían hablando, todo ha cambiado. Es cierto que hablan, pero muy de vez en cuando y  además, él ha cambiado. Mucho. Antes era un niño afable, generoso y alocado, pero ahora su personalidad ha sido trastocada totalmente, y ya solo piensa en emborracharse y en ligar…y eso es algo que Eli odia, que sea uno de  <<mucho músculo y  poco cerebro>>. Pensar en De, le hizo acordarse de su madre y en su promesa de llamarle cuando llegase, así que encendió su Samsung Galaxy y llamó a su madre. Tras asegurarle que todo le iba bien, y contarle lo de la cena en casa de Lydia, descolgó y activó el whatsapp. Tenía 12 conversaciones, la mayoría eran grupos, pero en cambio había dos que no lo eran, una de su madre diciéndole que si se le había olvidado llamarla, y otro de su mejor amiga, Leonor. En el whatsapp le preguntaba como le iba en medio de la nada y le prometía llamarla en cuanto volviese de la cita con su novio. Ella le respondió que acababa de llegar y le pidió que no la llamara hasta las 12 porque tenía una cena en casa de la vecina de su tía. Leyó los grupos de whatsapp, y desconectó el internet. Miró el reloj, le quedaba aún una hora y media para salir así que decidió escoger que ponerse, porque aunque no le interesara ligar con nadie, quería causar buena impresión, sobre todo teniendo en cuenta que esos iban a ser su única compañía en aquel extraño lugar.

Abrió el armario y observó la ropa que se había llevado. Tras observarla un buen rato, se decidió por unos pitillos vaqueros, una camiseta de tirantas lisa de color rosa y sus zapatos favoritos, unas vans rosas. Cogió las prendas y se metió en el baño para darse una ducha.

Una vez arreglada, solo le quedaba decidir qué hacer con su pelo, al final decidió cepillárselo un poco. Para terminar, se pintó la línea de ojos azul, y se puso un poco de colorete y finalmente,  un poco de gloss en los labios.

Una vez vestida y arreglada, bajó para abajo, pero como la casa era tan grande, no sabía por donde ir, así que decidió ir por donde había venido. Miró el reloj y eran las ocho menos cinco, así que como no tenía mucho más que hacer, decidió inspeccionar la gran entrada, y vio que había tres puertas, una que iba a la cocina, otra al salón y la otra que estaba cerrada.

-¿Qué haces aquí Eli?

-Te estaba esperando tita, dijiste que a las ocho nos íbamos.

-Si, tienes razón, por cierto, ¡estás guapísima!

Eli se quedó paralizada por la sorpresa, era la primera vez que su tía se fijaba en cómo iba...

-Gracias. ¿Nos vamos ya?

-Claro, espera que llamo a Jorge para que venga con nosotras. ¿Te apetece dar un paseo?

-Por supuesto.

Dicho esto, y una vez que Jorge hubo llegado, salieron hacia la casa de Lydia. Por el camino, Eli pudo observar la enorme vegetación que se extendía ante ella,  y a lo lejos, observó  un gran picadero.

-Tita, eso que veo allí, ¿es un picadero?

-Sí, todos los miembros de la familia de Lydia saben de hípica, de hecho, tienen un profesor de hípica para ellos,  ahora mismo está Lucía aprendiendo, la hija más pequeña, tiene solo 7 años y hace 2 que comenzó las clases.

-¡Uoh! ¿En serio? ¡Qué pasada!

-¿Te gustaría aprender?

-¡Me encantaría! Desde pequeña le pedí a mamá que me apuntase, pero tras la muerte de papá, no se lo he vuelto a pedir…

-¿De verdad? Pues cuando estemos con Lydia le voy a preguntar si Rubén estaría dispuesto a darte clases durante este verano

A Eli le entusiasmó la idea de las clases de hípica y pensó que en el fondo no iba a estar tan mal su estancia en casa de su tía Nadia si podría cumplir uno de sus sueños.

Tras unos 15 minutos más andando, llegaron  a casa de Lydia, allí Eli pudo observar que la frondosidad del bosque se extendía mucho más allá y que la casa de Lydia eran tan grande como la de su tía. Era de un tono ocre, y al principio se podía apreciar el extenso picadero, donde en esos momentos había un hombre montando a caballo, y Eli supuso que detrás del picadero estarían las cuadras.

-Eli, ¿ves al joven que está montando a caballo?  Es Rubén, el profesor de hípica.

-Pero es jovencito, ¿no?-preguntó Eli mientras observaba al joven.

-Sí, tiene unos 23 años,  pero está realmente bien formado

-Bueno, si tu lo dices… -Aunque  estaba segura de que estaba bien formado. Tenía el cuerpo sudoroso, y aunque no lo podría apreciar de cerca, pudo ver la forma de su espalda, y estaban morenísimo. Además el pelo castaño claro, lo tenía recogido en una coleta. Fue una pena que no pudiera ver el color de sus ojos. Esto pensaba Eli cuando de repente, se chocó con un joven cuyos ojos azules le recordaban el mar, y cuya sonrisa parecía cosa sobrenatural.

-¡Eh ten cuidado por dónde vas niñata!

-Perdón, estaba distraída.

-Ya lo veo ya, pues a ver si estamos más atenta, que no se puede ir por el mundo mirando a la nada.

-Ya me he disculpado,  no hace falta que te pongas así.

-Me pongo como me da la gana, a ver si te enteras niñata que estoy en mi casa.

-Guillermo, estás aquí. Te presento a mi sobrina Eli, viene desde Almería para pasar el verano aquí-Anunció la tía Nadia

-Eeeh..vale, yo soy Guillermo.

-Yo Eli.-Dijo con cierto recelo.

-¿Sabes dónde están Lydia y tus hermanas?

-¿Tengo pinta de ser su secretario?

-Guillermo eres un insolente- Dijo una voz grave que provenía de detrás de donde estaba Eli. –No puedes tratar tan mal a los vecinos porque te has caído del caballo.

-Cállate Rubén.

Eli se giró y vio al joven que estaba antes montando a caballo, ahora pudo observar los ojos color esmeralda del profesor de hípica.

-No, no me callo. Ve a cambiarte y de paso dile a tu madre que ha llegado la señora Nadia, Jorge y una señorita cuyo nombre no tengo el gusto de conocer.

-Me…me… me llamo Elisabeth, pero todos me llaman Eli.-Dijo Eli titubeando mientras se acercaba a darle dos besos- ¿Tu eres Rubén, no? Encantada.

Dicho esto, Guillermo se marchó en busca de su madre y sus hermanas, pensando que Elisabeth era una maleducada, y fulminando a Rubén con  la mirada. Una vez todos hubieron llegado a donde estaba Lydia y sus hijas, comenzó la hora de las presentaciones.

-Hola Lydia, ¿qué tal estas? Esta es mi sobrina Elisabeth, aunque todos la llamamos Eli.

-Hola Eli, yo soy Lydia, y estás son mis hijas, Paola y Esther

-Encantada chicas-dijo Eli sonriendo.

-Igualmente- respondieron ambas.

Eli, se fijó en que ambas chicas eran increíblemente guapas, Paola, la menor, era morena de pelo negro como el carbón y unos ojos marrones muy grandes. Y Esther, quien Eli pensó que sería un poco más grande que ella, era morena de piel, como el resto de sus hermanos, pero en cambio, era rubia y tenía los ojos color miel. Muy guapa también.

Entraron en el interior de la casa, y Rubén quienes los había acompañado hasta ahí, se marchó a su dormitorio, en cambio, Guillermo se quedó junto a ellas toda la noche. Jorge se marchó a casa de la tía Nadia y les dijo que iría a buscarlas en el coche cuando se lo pidiesen. Paola empezó a hablar con Eli muy rápidamente y le contó que tenía 7 años, que le encantaban los libros y que estaba aprendiendo con Rubén, quien además de ser su profesor de hípica, era su hermanastro. Esther solo dijo que tenía 20 años y que odiaba leer y todo lo que tuviese que ver con libros, pero que le apasionaba ir de compras. Guillermo no dijo nada, pero Paola le dijo que tenía 18 años y que hace 2 días fue su cumpleaños.

-¡Guau! Felicidades atrasadas Guillermo, espero  que te lo pasaras genial.

-Emm.. Sí, gracias. Estuvo bien-contestó fríamente.

-Guille no seas borde con la invitada-intervino Esther. - ¿Por qué no la invitas a tu fiesta de cumpleaños?

-¡Síiii!-exclamó Paola- estaría genial que vinieses, te podría presentar a mi caballo y podríamos intercambiar libros.

-No creo que quiera venir… -respondió este.

-¿Tu qué dices Eli? ¿Te apuntas? Estarán los amigos de Guille, que algunos son muy guapos.

-Pues… no sé… es que no conozco a nadie.

-Porfa, Eli, me haría mucha ilusión, así estarías conmigo- Suplicó Paola.

Al final, Eli cedió aunque no le hacía mucha gracia tener que ir a la fiesta de ese maleducado Guille, había aceptado porque no tenía nada mejor que hacer, y porque Paola y Esther le habían caído bastante bien, sobretodo la pequeña.
Llegó la hora de la cena, y pasaron al comedor. La mesa era rectangular, y había 8 sillas a su alrededor. La sala era enorme,  además tenía cuadros en las paredes y una televisión gigante a la que estaba conectada un montón de consolas. Eli pensó que se había equivocado a la hora de poner la mesa, ya que ellos solo eran 6,  pero esperó a que se sentaran. Antes de sentarse entró por la puerta un señor en traje de chaqueta de unos 45 años y Eli supuso que sería el marido de Lydia. Tras él, apreció Rubén, que iba vestido con una camisa blanca y unos vaqueros. El pelo lo llevaba suelto. José, el marido de Lydia se presentó, y Eli hizo lo mismo.

Se sentaron en la mesa, Eli estaba sentada al lado de Guillermo, por petición de José, y de Paola. Para comer había pescado a la plancha acompañado de una ensalada de arroz, y de postre hubo helado.  Durante la cena Eli se dio cuenta de que Guillermo la miraba mucho, pero ella estaba molesta con él por haberla tratado tan mal, además ella estaba hablando con Paola y Esther sobre qué se podía hacer en aquel lugar.

-Lydia la cena ha estado buenísima- dijo Eli.

-Me alegro que te haya gustado.  Puedes venir siempre que quieras a cenar.

-Gracias

-Mamá, ¿sabes que va a venir a la fiesta de Guille?- le dijo la pequeña muy contenta.

-¿Si? Eso será genial. ¿Te ha dicho ya cuando es?

-No, la verdad es que no.- Respondió ella sonrojándose.

-Es dentro de dos días, el viernes. A las 10 de la noche, vamos a hacer una barbacoa y además va a haber un DJ buenísimo- dijo Lydia

-Anda hermanita, no digas tonterías…

-Rubén eres un DJ buenísimo, reconócelo- comentó Esther

-¿Eres DJ?-preguntó Eli muy sorprendida

-Bueno, lo intento.

-¡OH! Eso es genial, ¿qué tipo de música pinchas?

-Pues un poco de todo, depende del sitio.

Guille había estado callado todo el tiempo observando lo guapa que era Elisabeth, algo que mientras había estado discutiendo con ella no había notado. Pero sus ojos eran preciosos, e incluso creía que eran más bonito que los de él, y que Guille reconociese eso, era algo prodigioso ya que él siempre había presumido de tener los ojos más bonitos.

-Creo que eres hora de que nos marchemos- comentó la tía Nadia mientras miraba el reloj. – Voy a llamar a Jorge para que venga a buscarnos.

-¿Por qué no te quedas a dormir Eli? ¿Puede, mamá?- Preguntó Paola

-Claro que puede, ¡es una idea genial!- Respondió Lydia

-Pero no tengo el pijama aquí-comentó Eli

-Yo te dejo uno mío,  pero quédate porfaaaaa- Dijo Paola con lagrimillas en los ojos.

Todos empezaron a reír por la ocurrencia de Paola de dejarle uno suyo, aunque Eli contestó:

-No creo que me quede bien, yo soy más alta que tú… Además que no sé si la tía Nadia me dejará…

-¿Por qué no vas a por uno a casa y vuelves? – Le dijo Esther- Y por lo de tu tía no te preocupes, mamá seguro que la convence.

-Eso dalo por hecho, yo me encargo de convencer a tu tía.

-Mamá, ¿quieres que la acompañe para que no vuelva sola? Cojo la linterna- dijo Guillermo

-No te preocupes, puedo volver solita, gracias- Eli se extrañó de que Guillermo se hubiera ofrecido a acompañarla.

-No, no, no hay nada más que hablar Guillermo te acompañará- sentenció José


Una vez que la tía Nadia hubo sido convencida por Lydia, fueron en el coche Jorge, Nadia, Eli y Guille. Una vez llegaron allí, ella cogió el pijama, el cepillo de dientes, el cargador del móvil y un conjunto para el día siguiente.  Se despidió de su tía, y acompañada por el joven Guillermo, emprendió su marcha. 

3 comentarios:

  1. Oiiiii!! Yo quiero ser Eli!! Y quedarme a dormir en esa casaa!! bfdkjñsbfrbg PErfecto!! Me encanta!!! jejjejeje

    Te loveo!
    Miriam :)

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  2. Hola! Ya que me has pedido mi opinión seré crítica para que puedas mejorar tu historia y sea aún más genial de lo que ya es, ¿vale? Pues bien, me ha gustado mucho el comienzo de este segundo capítulo, justo donde lo dejamos en el anterior, llegando a la casa de su tía. Pero, ahí he visto un fallo o por lo menos algo que me ha sonado raro... jaja me ha parecido que ha saludado al mayordomo pero a su tía no, y eso es extraño/descortés, ¿no? Por lo demás... PERFECTÍSIMO TODO :) Jaja me ha encantado y QUIERO MÁS! ^^
    Un abrazo y gracias por pasarte :3

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  3. Hola cielo !!
    Acabo de encontrar tu blog y me gusta.
    La verdad es que me ha encantado el post.
    Espero que te pases por mi blog
    http://ariptisima.blogspot.com.es
    Un beso grande

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Muchas gracias :3


sonríe cuando todo vaya mal, por todas esas sonrisas que vendrán(: