23 de agosto de 2013

Capítulo 2 ~Un día en ningún sitio

Bajaron del coche y el mayordomo, un señor de unos 40 años vestido en uniforme blanco y negro, se acercó rápidamente a darles la bienvenida y a coger el equipaje de la joven Eli.

-Buenas tardes jovencita Eli, por favor permite que la acompañe hasta sus aposentos.

-Claro, muchas gracias- respondió esta.

Mientras se dejaba guiar por Jorge, el mayordomo, iba contemplando el paraje que había alrededor de la mansión de la tía Nadia. Entraron por la puerta principal y subieron unas escaleras con forma de caracol, y luego torcieron hacia la derecha y en la segunda habitación del pasillo fue donde se instaló.
Eli se fijó en todo lo que la rodeaba, la pared era de un tono crema que iba muy bien con los muebles de madera. La cama era de matrimonio, y tenía un colchón de agua ¡le encantaba la cama! Lo primero que hizo tras deshacer la maleta fue montarse encima de la cama y ponerse a saltar.

De repente, se escuchó un leve golpe en la puerta.

-¿Quién es?

-Soy tu tía Nadia

-Adelante tita-respondió mientras colocaba las sábanas bien y se sentaba
.
-Me pregunto, si estás tan cansada como para rechazar una cena en casa de los vecinos.

-¿En casa de los vecinos?

-Sí, acaba de llamarme Lydia, y como le comenté que mi sobrina vendría a pasar el verano, nos ha invitado muy amablemente a cenar allí. ¿Te apetece ir?

La verdad es que Eli no tenía ningunas ganas de ir, pero sabía que tarde o temprano tendría que enfrentarse  a conocer a sus vecinos temporales, así pues, le echó valor y decidió acceder a lo que su tía le había propuesto.

-Claro tita, será genial conocer a Lydia y a su familia. ¿Cómo hay que ir vestida?

-Pues como quieras chiquilla, aquí no debes preocuparte de cómo ir vestida. Tú ve cómoda y no te preocupes por tu aspecto físico… aunque a decir verdad podrías ligarte a su hijo, es muy mono y creo que es de tu edad.

-Pero tita, ¿qué dices? No me voy a ligar a nadie, y menos a alguien que no conozco.

-Bueno, lo que tu digas Eli. En 2 horas salimos. – dicho esto, cerró la puerta y dejó  a Eli pensativa en la cama. ¿Por qué su tía le habría dicho lo de ligarse al hijo de Lydia? ¿Tendría cara de necesitar un novio o algo? Eso le hizo pensar en Demetrio, o De como ella le llamaba… De era el único chico que ella había amado, el único con quien le hubiese encantado tener una historia de amor, con quien compartir besos, y acaricias… y quizá si hubieran durado lo suficiente hubiesen compartido algo más… pero al final todo quedó en nada, él se mudó y pese a que le prometió que seguirían hablando, todo ha cambiado. Es cierto que hablan, pero muy de vez en cuando y  además, él ha cambiado. Mucho. Antes era un niño afable, generoso y alocado, pero ahora su personalidad ha sido trastocada totalmente, y ya solo piensa en emborracharse y en ligar…y eso es algo que Eli odia, que sea uno de  <<mucho músculo y  poco cerebro>>. Pensar en De, le hizo acordarse de su madre y en su promesa de llamarle cuando llegase, así que encendió su Samsung Galaxy y llamó a su madre. Tras asegurarle que todo le iba bien, y contarle lo de la cena en casa de Lydia, descolgó y activó el whatsapp. Tenía 12 conversaciones, la mayoría eran grupos, pero en cambio había dos que no lo eran, una de su madre diciéndole que si se le había olvidado llamarla, y otro de su mejor amiga, Leonor. En el whatsapp le preguntaba como le iba en medio de la nada y le prometía llamarla en cuanto volviese de la cita con su novio. Ella le respondió que acababa de llegar y le pidió que no la llamara hasta las 12 porque tenía una cena en casa de la vecina de su tía. Leyó los grupos de whatsapp, y desconectó el internet. Miró el reloj, le quedaba aún una hora y media para salir así que decidió escoger que ponerse, porque aunque no le interesara ligar con nadie, quería causar buena impresión, sobre todo teniendo en cuenta que esos iban a ser su única compañía en aquel extraño lugar.

Abrió el armario y observó la ropa que se había llevado. Tras observarla un buen rato, se decidió por unos pitillos vaqueros, una camiseta de tirantas lisa de color rosa y sus zapatos favoritos, unas vans rosas. Cogió las prendas y se metió en el baño para darse una ducha.

Una vez arreglada, solo le quedaba decidir qué hacer con su pelo, al final decidió cepillárselo un poco. Para terminar, se pintó la línea de ojos azul, y se puso un poco de colorete y finalmente,  un poco de gloss en los labios.

Una vez vestida y arreglada, bajó para abajo, pero como la casa era tan grande, no sabía por donde ir, así que decidió ir por donde había venido. Miró el reloj y eran las ocho menos cinco, así que como no tenía mucho más que hacer, decidió inspeccionar la gran entrada, y vio que había tres puertas, una que iba a la cocina, otra al salón y la otra que estaba cerrada.

-¿Qué haces aquí Eli?

-Te estaba esperando tita, dijiste que a las ocho nos íbamos.

-Si, tienes razón, por cierto, ¡estás guapísima!

Eli se quedó paralizada por la sorpresa, era la primera vez que su tía se fijaba en cómo iba...

-Gracias. ¿Nos vamos ya?

-Claro, espera que llamo a Jorge para que venga con nosotras. ¿Te apetece dar un paseo?

-Por supuesto.

Dicho esto, y una vez que Jorge hubo llegado, salieron hacia la casa de Lydia. Por el camino, Eli pudo observar la enorme vegetación que se extendía ante ella,  y a lo lejos, observó  un gran picadero.

-Tita, eso que veo allí, ¿es un picadero?

-Sí, todos los miembros de la familia de Lydia saben de hípica, de hecho, tienen un profesor de hípica para ellos,  ahora mismo está Lucía aprendiendo, la hija más pequeña, tiene solo 7 años y hace 2 que comenzó las clases.

-¡Uoh! ¿En serio? ¡Qué pasada!

-¿Te gustaría aprender?

-¡Me encantaría! Desde pequeña le pedí a mamá que me apuntase, pero tras la muerte de papá, no se lo he vuelto a pedir…

-¿De verdad? Pues cuando estemos con Lydia le voy a preguntar si Rubén estaría dispuesto a darte clases durante este verano

A Eli le entusiasmó la idea de las clases de hípica y pensó que en el fondo no iba a estar tan mal su estancia en casa de su tía Nadia si podría cumplir uno de sus sueños.

Tras unos 15 minutos más andando, llegaron  a casa de Lydia, allí Eli pudo observar que la frondosidad del bosque se extendía mucho más allá y que la casa de Lydia eran tan grande como la de su tía. Era de un tono ocre, y al principio se podía apreciar el extenso picadero, donde en esos momentos había un hombre montando a caballo, y Eli supuso que detrás del picadero estarían las cuadras.

-Eli, ¿ves al joven que está montando a caballo?  Es Rubén, el profesor de hípica.

-Pero es jovencito, ¿no?-preguntó Eli mientras observaba al joven.

-Sí, tiene unos 23 años,  pero está realmente bien formado

-Bueno, si tu lo dices… -Aunque  estaba segura de que estaba bien formado. Tenía el cuerpo sudoroso, y aunque no lo podría apreciar de cerca, pudo ver la forma de su espalda, y estaban morenísimo. Además el pelo castaño claro, lo tenía recogido en una coleta. Fue una pena que no pudiera ver el color de sus ojos. Esto pensaba Eli cuando de repente, se chocó con un joven cuyos ojos azules le recordaban el mar, y cuya sonrisa parecía cosa sobrenatural.

-¡Eh ten cuidado por dónde vas niñata!

-Perdón, estaba distraída.

-Ya lo veo ya, pues a ver si estamos más atenta, que no se puede ir por el mundo mirando a la nada.

-Ya me he disculpado,  no hace falta que te pongas así.

-Me pongo como me da la gana, a ver si te enteras niñata que estoy en mi casa.

-Guillermo, estás aquí. Te presento a mi sobrina Eli, viene desde Almería para pasar el verano aquí-Anunció la tía Nadia

-Eeeh..vale, yo soy Guillermo.

-Yo Eli.-Dijo con cierto recelo.

-¿Sabes dónde están Lydia y tus hermanas?

-¿Tengo pinta de ser su secretario?

-Guillermo eres un insolente- Dijo una voz grave que provenía de detrás de donde estaba Eli. –No puedes tratar tan mal a los vecinos porque te has caído del caballo.

-Cállate Rubén.

Eli se giró y vio al joven que estaba antes montando a caballo, ahora pudo observar los ojos color esmeralda del profesor de hípica.

-No, no me callo. Ve a cambiarte y de paso dile a tu madre que ha llegado la señora Nadia, Jorge y una señorita cuyo nombre no tengo el gusto de conocer.

-Me…me… me llamo Elisabeth, pero todos me llaman Eli.-Dijo Eli titubeando mientras se acercaba a darle dos besos- ¿Tu eres Rubén, no? Encantada.

Dicho esto, Guillermo se marchó en busca de su madre y sus hermanas, pensando que Elisabeth era una maleducada, y fulminando a Rubén con  la mirada. Una vez todos hubieron llegado a donde estaba Lydia y sus hijas, comenzó la hora de las presentaciones.

-Hola Lydia, ¿qué tal estas? Esta es mi sobrina Elisabeth, aunque todos la llamamos Eli.

-Hola Eli, yo soy Lydia, y estás son mis hijas, Paola y Esther

-Encantada chicas-dijo Eli sonriendo.

-Igualmente- respondieron ambas.

Eli, se fijó en que ambas chicas eran increíblemente guapas, Paola, la menor, era morena de pelo negro como el carbón y unos ojos marrones muy grandes. Y Esther, quien Eli pensó que sería un poco más grande que ella, era morena de piel, como el resto de sus hermanos, pero en cambio, era rubia y tenía los ojos color miel. Muy guapa también.

Entraron en el interior de la casa, y Rubén quienes los había acompañado hasta ahí, se marchó a su dormitorio, en cambio, Guillermo se quedó junto a ellas toda la noche. Jorge se marchó a casa de la tía Nadia y les dijo que iría a buscarlas en el coche cuando se lo pidiesen. Paola empezó a hablar con Eli muy rápidamente y le contó que tenía 7 años, que le encantaban los libros y que estaba aprendiendo con Rubén, quien además de ser su profesor de hípica, era su hermanastro. Esther solo dijo que tenía 20 años y que odiaba leer y todo lo que tuviese que ver con libros, pero que le apasionaba ir de compras. Guillermo no dijo nada, pero Paola le dijo que tenía 18 años y que hace 2 días fue su cumpleaños.

-¡Guau! Felicidades atrasadas Guillermo, espero  que te lo pasaras genial.

-Emm.. Sí, gracias. Estuvo bien-contestó fríamente.

-Guille no seas borde con la invitada-intervino Esther. - ¿Por qué no la invitas a tu fiesta de cumpleaños?

-¡Síiii!-exclamó Paola- estaría genial que vinieses, te podría presentar a mi caballo y podríamos intercambiar libros.

-No creo que quiera venir… -respondió este.

-¿Tu qué dices Eli? ¿Te apuntas? Estarán los amigos de Guille, que algunos son muy guapos.

-Pues… no sé… es que no conozco a nadie.

-Porfa, Eli, me haría mucha ilusión, así estarías conmigo- Suplicó Paola.

Al final, Eli cedió aunque no le hacía mucha gracia tener que ir a la fiesta de ese maleducado Guille, había aceptado porque no tenía nada mejor que hacer, y porque Paola y Esther le habían caído bastante bien, sobretodo la pequeña.
Llegó la hora de la cena, y pasaron al comedor. La mesa era rectangular, y había 8 sillas a su alrededor. La sala era enorme,  además tenía cuadros en las paredes y una televisión gigante a la que estaba conectada un montón de consolas. Eli pensó que se había equivocado a la hora de poner la mesa, ya que ellos solo eran 6,  pero esperó a que se sentaran. Antes de sentarse entró por la puerta un señor en traje de chaqueta de unos 45 años y Eli supuso que sería el marido de Lydia. Tras él, apreció Rubén, que iba vestido con una camisa blanca y unos vaqueros. El pelo lo llevaba suelto. José, el marido de Lydia se presentó, y Eli hizo lo mismo.

Se sentaron en la mesa, Eli estaba sentada al lado de Guillermo, por petición de José, y de Paola. Para comer había pescado a la plancha acompañado de una ensalada de arroz, y de postre hubo helado.  Durante la cena Eli se dio cuenta de que Guillermo la miraba mucho, pero ella estaba molesta con él por haberla tratado tan mal, además ella estaba hablando con Paola y Esther sobre qué se podía hacer en aquel lugar.

-Lydia la cena ha estado buenísima- dijo Eli.

-Me alegro que te haya gustado.  Puedes venir siempre que quieras a cenar.

-Gracias

-Mamá, ¿sabes que va a venir a la fiesta de Guille?- le dijo la pequeña muy contenta.

-¿Si? Eso será genial. ¿Te ha dicho ya cuando es?

-No, la verdad es que no.- Respondió ella sonrojándose.

-Es dentro de dos días, el viernes. A las 10 de la noche, vamos a hacer una barbacoa y además va a haber un DJ buenísimo- dijo Lydia

-Anda hermanita, no digas tonterías…

-Rubén eres un DJ buenísimo, reconócelo- comentó Esther

-¿Eres DJ?-preguntó Eli muy sorprendida

-Bueno, lo intento.

-¡OH! Eso es genial, ¿qué tipo de música pinchas?

-Pues un poco de todo, depende del sitio.

Guille había estado callado todo el tiempo observando lo guapa que era Elisabeth, algo que mientras había estado discutiendo con ella no había notado. Pero sus ojos eran preciosos, e incluso creía que eran más bonito que los de él, y que Guille reconociese eso, era algo prodigioso ya que él siempre había presumido de tener los ojos más bonitos.

-Creo que eres hora de que nos marchemos- comentó la tía Nadia mientras miraba el reloj. – Voy a llamar a Jorge para que venga a buscarnos.

-¿Por qué no te quedas a dormir Eli? ¿Puede, mamá?- Preguntó Paola

-Claro que puede, ¡es una idea genial!- Respondió Lydia

-Pero no tengo el pijama aquí-comentó Eli

-Yo te dejo uno mío,  pero quédate porfaaaaa- Dijo Paola con lagrimillas en los ojos.

Todos empezaron a reír por la ocurrencia de Paola de dejarle uno suyo, aunque Eli contestó:

-No creo que me quede bien, yo soy más alta que tú… Además que no sé si la tía Nadia me dejará…

-¿Por qué no vas a por uno a casa y vuelves? – Le dijo Esther- Y por lo de tu tía no te preocupes, mamá seguro que la convence.

-Eso dalo por hecho, yo me encargo de convencer a tu tía.

-Mamá, ¿quieres que la acompañe para que no vuelva sola? Cojo la linterna- dijo Guillermo

-No te preocupes, puedo volver solita, gracias- Eli se extrañó de que Guillermo se hubiera ofrecido a acompañarla.

-No, no, no hay nada más que hablar Guillermo te acompañará- sentenció José


Una vez que la tía Nadia hubo sido convencida por Lydia, fueron en el coche Jorge, Nadia, Eli y Guille. Una vez llegaron allí, ella cogió el pijama, el cepillo de dientes, el cargador del móvil y un conjunto para el día siguiente.  Se despidió de su tía, y acompañada por el joven Guillermo, emprendió su marcha. 

18 de agosto de 2013

Capítulo 1~ El principio de algo


Penumbra, eso era lo que había alrededor de la casa de la tía Nadia. Desde que se enteró que tendría que pasar, el que se supone que debería de ser el mejor verano de su vida, en un pueblo perdido en el mapa, supo todo iría mal, pero sin duda esto lo superaba. Desde que pisó aquel siniestro lugar no le quedaba ninguna duda, no iba a ir mal, iba a ir peor. La casa no era lo que se dice el lugar más confortable, era grande sí, pero desprendía un encanto helador, si es que se le puede llamar encanto.  

Llegó el día de su partida, su madre le había preparado la maleta, ya que se sentía culpable de mandarla todo el verano a casa de la hermana de su padre, pero no tenía otro remedio, o la mandaba allí o la dejaba sola en casa durante 3 meses. Obviamente desechó la segunda opción porque según ella tener casi 18 años era ser aún una niña.

La tía Nadia llegó puntual, y su madre le dio las gracias por acoger a su sobrina en su casa este verano y le recordó que después de cuidar a la abuela iría a por ella.
 Eli, antes de salir de casa, pasó por el baño, recogió el cepillo de dientes y se miró al espejo. Cerró los ojos y pidió que su tez oscura no palideciera durante la estancia en casa de su tía, ya que el ser morena, alta y tener los ojos azules le daba cierta seguridad a la hora de relacionarse con los demás, no es que sea un bellezon pero la verdad es que no está nada mal. Pese a esto, tiene un  secreto que no ha sido capaz de compartir con nadie, y es que aún no ha dado su primer beso, no ha sido por falta de pretendientes porque desde luego ha tenido muchos, sino porque no ha encontrado al chico adecuado, siempre ha estado rodeada de gilipollas con más músculo que cerebro, y aunque sus amigas la llamen rarita por no fijarse en el físico, ella busca un chico romántico y cariñoso, que la quiera por lo que es y no por su físico.


 Eli se despide de su madre, le da un fuerte abrazo y le promete que la llamará todos los días, y que le hará caso a su tía. Durante el viaje, la tía Nadia intentaba convencer a su sobrina de que se lo iban a pasar muy bien, y que podrían hacer una acampada con los vecinos de al lado. Eli no tenía muchas esperanzas puestas en este verano, solo esperaba que pasara pronto y que allá donde fueran hubiese suficiente cobertura como para poder estar conectada a internet. Durante el viaje que duró unos dos días, hicieron una breve  pausa para  dormir en uno de esos hoteles de carretera, y cada 4 horas para repostar y comprar víveres. Tras el largo trayecto en coche, llegaron a  la mansión de la tía Nadia, tal vez fueron impresiones de Eli, pero sintió que un halo de frío recorría todo su cuerpo y eso no le dio buena espina.

Regreso (?)

Hola bloggueros! sé que he tenido el blog muy olvidado, es que no encontraba la inspiración .-.  por eso os pido perdón y os comento un poco como me va todo, estoy en la playita, disfrutando del verano, el que se supone que es el mejor verano de mi vida ( no me lo creo ni yo ) y os comento que he entrado en psicología bilingüe :DDD que era lo que quería, así que todo bien

A ver os comento que a lo largo de esta semana os iré leyendo los blogs, desde la última que leí, lo prometo:) y también os cuento que estoy escribiendo una pequeña novela por capítulos, no es ni mucho menos larga, llevo solo una paginica, pero la verdad es que me estoy esforzando y a partir de  hoy o mañana iré subiendo capítulos...

En fin, solo eso, disfrutad del verano:) un beso

4 de agosto de 2013

Un amor entre dos mundos

Se trata de una película increíble, que demuestra que el verdadero amor no entiende de distancias, en las que los protagonistas principales pertenecen a mundos distintos, el hombre en el mundo inferior y la mujer al mundo superior.

El mundo inferior es el mundo de pobreza, desperdicios, y donde se encuentra la gente pobre. El mundo superior, al contrario, se trata de un mundo donde todas las personas tienen dinero y trabajo. La relación entre ambos mundos es mediada en un edificio, el inframundo.

De pequeños se conocieron y el amor ha podido vencer la batalla y ha dejado de lados los prejuicios que tanto daño hacen tanto en la película como en la vida real.

Opinión

Al principio la película resulta un lío total, no entiendes ni pizca, pero conforme avanza vas descubriendo misterios de la película. Un problema que veo, es que como no estés muy atenta desde el principio, te puedes liar, pero está realmente bien.

Creo que uno de los aspectos más fuertes de esta película es todo el mundo que se crea para que la historia cobre más fuerza y un '' aspecto futurista''. Además los efectos especiales son increíbles.

Hay una frase de la película que me gustó mucho que dice '' La vida es un reto, vívela, siente, ama, ríe, llora, gana, pierde, tropieza, pero siempre levanta y sigue''

26 de julio de 2013

La puerta de Ácronos

La Puerta de Ácronos.
Autor: Heinz Delam
La puerta de ácronos se trata de un libro de fantasía cuyo principal componente es la imaginación. Durante todo el libro se remarca la importancia de la imaginación en las personas, podríamos llegar a decir que tiene como objetivo secundario el de enmarcar en nuestra mente la necesidad de soñar y de crear, algo que últimamente tenemos olvidado.
Conforme crecemos dejamos a la imaginación encerrada con barrotes en una cárcel interna, y hay veces que tenemos que aprender a olvidarnos  de lo que nos rodea y a refugiarnos en nosotros mismos. Debemos de volver a creer en cosas imposibles, retornar a nuestra infancia y dejar los problemas de lado.
SIPNOSIS:
Realidades paralelas que se encuentran superpuestas unas por otras. Romance. Miedo. Deseo. Fantasía. Y el principal componente, IMAGINACIÓN.
Susana era una chica normal hasta que el terrible accidente donde murieron sus padres la dejó bajo la tutela de unos tíos a los cuales no conocía. En la sala de espera del aeropuerto entabla conversación con un apuesto joven llamado Ricardo, el cual, le llama la atención desde el primer momento, gracias a su don de utilizar la ironía. Ambos se sientan uno junto al otro en el avión; Susana no sabe que a su lado se sienta un nómada, es decir un habitante de la ciudad de las nubes.
Lo que comienza siendo una conversación normal, se convierte en pasión, y en amor. Un romance impregnado por mundos paralelos, y una realidad totalmente distinta de la que conoce la joven.


2 de abril de 2013

Levanta la vista ~


LEVANTA LA VISTA
Levanta  la vista,
Pequeñas nubes
¿Serán las camitas
De los ángeles?

Levanta la vista,
Mira su vuelo.
¿Hablaran las aves
De tierra y cielo?

Levanta la vista,
Las copas de árbol
¿Se esconderá en ellas
Algún milano?

Levanta la vista,
Y admira el cielo
Siente su abrazo,
El mundo es bueno

2 de febrero de 2013

Un matin sans toi


Tous les matins quand je sais que tu n’es pas là
Je me souviens de tous les jours passés ensemble
Ton doux regard est rempli d’amour il me semble
Tu es loin et je préfèrerais t’avoir là.

Une sensation indescriptible j’ai avec toi
Quand tu me donnes passionnément ta  chaleur profonde
Je veux te dire seulement que tu es mon monde
De mon cœur tu te fais le plus magnifique roi

6 de enero de 2013

¿Dónde se quedó la ilusión?


Recuerdo cuando era pequeña, siempre me levantaba la primera en mi casa y corría siguiendo el camino de caramelos que los reyes magos me ponían. Iba uno por uno levantando a todos los miembros de mi familia, y cuando estábamos todos despiertos, sobre las 6 y media de la mañana, empezábamos a abrir los paquetes que nos habían traído.

Las risas, las lágrimas de alegría, la ilusión... eso era lo que sentía cada día 6 de Enero. Ahora con 17 años, el día de reyes apenas tenía ilusión por abrir los regalos, no tenía esos nervios la noche de antes de saber que era lo que me iban a traer y esta mañana, tampoco corrí detrás del caminito de caramelos, de hecho, ni tuve caminito de caramelos.

Y ahora yo me pregunto, ¿por qué al crecer perdemos esa sensación ? ¿por qué olvidamos lo que nos hacía tan felices de pequeños? ¿dónde se quedó la ilusión?

3 de enero de 2013

Hazlo...





Búscame cuando te apetezca, cuando notes que me echas de menos, cuando te mueras de ganas de tenerme. Búscame cuando no tengas a nadie que te diga que te quiere. Búscame cuando eches en falta las risas, las caricias que erizan la piel, las conversaciones sin rumbo, los abrazos en los malos momentos y las locuras. Búscame cuando necesites a alguien que te sorprenda, cuando te des cuenta que nadie tiene esos detalles. Búscame cuando necesites que te digan lo especial que eres y lo bonita que es tu sonrisa. Búscame cuando mires el móvil esperando una llamada que ya no llega, cuando salgas y sin darte cuenta me busques con la mirada entre la gente, cuando inesperadamente alguien te toque la espalda y al girarte esperes que sea yo. Búscame cuando necesites cerillas para encender lo que se ha apagado, cuando mis ojos ya no te pidan guerra, cuando los piques sean aburridos y los días rutinarios. Búscame cuando recuerdes los buenos momentos y te arrepientas de no tenerlos ahora. Búscame cuando tu ego necesite que le supliquen desesperadamente cariño, pero sobre todo cuando quieras suplicarlo tú...

sonríe cuando todo vaya mal, por todas esas sonrisas que vendrán(: