Un hálito de vida, un hálito de esperanza.

Cada vez que hablo con alguien, terminamos hablando del amor. Este es un tema muy normal en la adolescencia, parece que la vida es por y para el amor, cosa que es verdad en muchas de las situaciones.

El amor tiene dos caras, la cara bonita, la de cuando estamos enamorados y vemos el mundo de color rosa, cuando solo pensamos en los momentos maravillosos que estas viviendo con esa persona y los que te quedan por vivir, nunca piensas que va a tener fin, no quieres que se acabe, solo quieres tener sus manos cerca, que te abracen, que te hagan sentir protegida, que te hagan ser la princesa de un cuento de hada.



Recuerdas esos momentos y quieres volver a vivirlos, pero ya es demasiado tarde para poder vivirlo, ya se ha acabado, ya nada será igual.
Piensas que no te vas a levantar, que todo se acabó ahí, que nadie se va a acercar a levantarte, que todo se ha ido y que no volverá, pero siempre hay alguien ahí, puede que tarde más o que tarde menos en aparecer, pero llegará.
Por eso, yo pido que seais pacientes, que no os derrumbeis, que tengais claro que siempre va a haber alguien. Siempre.
Y que nunca debéis creeros menos de lo que sois por algún problema amoroso, es todo lo contrario, teneis que sonreír y demostrar que no os ha afectado lo suficiente como para dejar de creer en el amor, que seguireis soñando con encontrar a esa persona especial que será para toda la vida, porque aunque hay quienes no crean en que existe; SÍ, EXISTE.