El camino

Puede ser que no seamos la pareja perfecta, que nos equivoquemos mucho, que dudemos de lo que hacemos y dejamos de hacer, que no sintamos que estamos haciendo lo contrario de lo que deberías, o que, por el contrario creemos que hacemos lo mejor...
Pero entonces, después de mucho camino recorrido juntos, nos chocamos contra un muro que parece inamovible, que antes parecía transparente y que ahora está cada vez más patente, más cercano a nosotros, y entonces tienes dos opciones, o saltas el muro, o le das la vuelta o te rindes.
Si te rindes, no tendrá sentido haber recorrido todo lo que has recorrido, y las dificultades superadas no tendrían sentido.
Si te lo saltas, puede ser, que al no haber superado el obstáculo, te toque volver a chocarte con él, y hasta que no decidas la tercera opción, la de dar la vuelta, y hacer el camino mas largo, con lo que ello conlleva, es decir, con sus dificultades y su cansadez, no te encontrarás totalmente preparada para pasar al siguiente obstáculo.
Porque la vida está compuesta de obstáculos que hay que aprender a superar, y de cada uno de ellos, hay que sacarle un provecho, un sentido, una razón de su existencia.
Lo que vengo a decir, es que aunque a veces el camino sea largo y doloroso, lleno de obstáculos, merece la pena superarlo, simplemente por el mero hecho de llegar al final, y de hacerlo en equipo.
Porque no todo el mundo tiene una persona que le ayude a sobrepasar cada obstáculos, por eso, yo te doy las gracias, por facilitarme el camino, por iluminarme con tu luz, por estar ahí pese a que nos peleemos.